El origen de la ceramica granadina se remonta a la época cristina de Granada tras su reconquista, donde los antiguos talleres de alfares del Albacín elaboraban sus piezas, influenciados por la corriente morisca de los motivos vegetales y animales, la de las lacerías, las cadenetas y de otras formas artísticas. Aunque no se conocería como cerámica granadina, especialmente hasta la incorporación de la emblemática Granada en todas sus formas. 
Un estilo elaborado en sus orígenes sólo en azules de cobalto o en marrones de manganeso y con las arcillas vírgenes de las canteras de Granada. Tal y como nosotros lo hacemos hoy.
Además, actualmente hemos mejorado las fórmulas y cocemos a alta temperatura, por lo que hemos logrado aumentar la resistencia y durabilidad de nuestras piezas pero conservando todo el sabor de la auténtica cerámica granadina hecha a mano.
Además son aptas para microondas y lavavajillas, aunque recomendamos lavarlo a mano y con mucho cariño para garantizar aún más su perdurabilidad.
 
Este modelo en concreto, está pintado con decoración granadina y en su versión popular, cuya variante presenta mucha menos cantidad de decoracion. Además, también se carateriza por el trazo basto, una versión de trazo más ancho y elaborado que el trazo fino común, muy característico de nuestras colecciones de cerámica granadina.
Pero también presenta otra peculiaridad con respecto al resto de platos en estilo popular y es que es aún más sencillo, ya que esta versión no tiene decoradas sus paredes interiores con las graciosas "comillas" del resto de modelos de nuestra colección.